La golondrina en una década ha perdido el 40% de su
población en España y puede pasar de común, con más de veinte millones de
ejemplares, a en peligro de extinción, con escasos miles a comienzos del
siguiente siglo.
Justo ahora, cuando han partido las últimas golondrinas
camino de sus lugares de invernada en África, la Sociedad Española de
Ornitología da a conocer un método de seguimiento de la especie que intenta
conocer mejor dónde, cuándo y porqué descienden sus poblaciones.
Es la primera vez que se lleva a cabo una investigación con
este tipo de tecnología en España y una de las pocas en Europa.
Juan Carlos del Moral, responsable del Área de Estudio y Seguimiento de Aves de SEO/BirdLife, alerta también sobre las consecuencias del cambio climático. “Es cierto que para pequeñas poblaciones les viene bien porque se quedan en el sur de España, no migran y así evitan la dureza del viaje, pero el problema son los períodos anormales de muchas lluvias, sequías, calor o frío”. Del Moral pone como ejemplo la ola de frío y lluvias que se dio en España entrada la primavera, que “provocó la muerte de más de un millón de golondrinas, porque les cogió con poca grasa y fuerzas tras la migración y se encontraron muchas muertas, algunas con pollos ya en los nidos”.
Gracias al programa Seguimiento de Aves Comunes Reproductoras en España (SACRE) de la misma organización se detectó el declive del 40% de población desde 1998. Actualmente es la cuarta especie objeto de este seguimiento que más sufre el descenso, tras el alcaudón real, la codorniz y la grajilla. Del Moral anhela que los datos que han conseguido ahora con dos golondrinas “los pudiéramos tener de cien o incluso mil ejemplares marcados, entonces sí nos acercaríamos a conocer los problemas exactos y la manera de afrontarlos”. De momento, hay que esperar y piden al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) que catalogue como amenazadas a estas especies, ya que cumplen con uno de los criterios para hacerlo: el descenso masivo de sus poblaciones.
En mi opinión, las lluvias en el Sahel y la caza masiva de golondrinas en dormideros de países como Nigeria, Camerún y República Centroafricana se debería de ver como un impacto negativo importante.
También en Europa se debería de recudir la intensificación agraria y el fuerte uso de pesticidas.
Y como curiosidad, las golondrinas, junto a otras 297 especies, subespecies y poblaciones de aves están protegidas dentro del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
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